La clase de sexto es todo hormonas y "prepavo", esto pensé cuando los conocí y me reí sabiendo que yo había estado así. Son un buen grupo, se sientan de forma individual y trabajan de forma muy independiente.
En este curso es fácil conocerse, son pocos y muy diferentes. Ya tienen personalidades muy definidas y rápidamente conseguimos confianza. También es un curso que significa el final de la primaria, dejan de ser niños y se convierten en adolescentes...van al instituto, ya no están pendientes de ellos y el aprobado depende de su autonomía y su esfuerzo completos.
Creo que en todos los cursos es importante la MOTIVACIÓN, pero en sexto es vital seguir con ella para llegar a conseguir automotivación, sin que ningún adulto les diga cómo hacer las cosas.
También en este grupo se utilizan los negativos y positivos. La pizarra digital no se usa, como mucho para proyectar un vídeo o enlace de interés.
Traen deberes de clase y corrigen de forma voluntaria. Son mucho más reservados y se avergüenzan de los errores. Incluso puede haber malos comentarios hacia el resto de maestros...aunque no por ser más autoritario vas a ganar un mayor respeto. Son niños aun, necesitan que les escuchen como a cualquiera y que cambiemos de perspectiva en más de una ocasión.
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